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Las ballenas estarán a salvo de nuevo en aguas islandesas

Jueves, 30 Abr, 2020

 Por segundo año consecutivo, ninguna ballena volverá a ser arponeada en las aguas de Islandia. Si bien las medidas de distanciamiento social derivadas del Covid-19 afectarían las operaciones en la estación ballenera Hvalur hf en Hvalfjörður, existen muchos otros desafíos para evitar que las compañías balleneras islandesas sigan cazándolas.

Two fin whales harpooned by Hvalur hf in 2018. Photo by Sea Shepherd.

Después de que la compañía ballenera Hvalur hf matase a 155 ejemplares de rorcual común en 2015, Japón mejoró sus protocolos de prueba. Los nuevos estándares de salud para la importación de carne de ballena han supuesto serios problemas ya que la carne de las ballenas comercializada por Hvalur hf no fue aprobada por las pruebas del Ministerio de Salud japonés, poniendo fin a la caza de ballenas por otros tres años.

Al parecer, superando los problemas de importación de carne de ballena desde 2015, Kristjan Loftsson, CEO de Hvalur hf, reinició la caza de ballenas en 2018, pero el equipo de Sea Shepherd UK documentó toda su temporada de caza con la Operación Mjölnir. Según lo documentado por Sea Shepherd, los dos barcos balleneros de la compañía, Hvalur 8 y Hvalur 9, mataron a 144 rorcuales comunes en peligro de extinción (incluidas 21 hembras embarazadas) y dos ejemplares híbridos de ballena azul / rorcual común. Las pruebas fotográficas y de vídeo recopiladas durante la Operación Mjolnir se usaron posteriormente como respaldo en las investigaciones de las autoridades locales de Hvalur hf (que aún enfrenta estudios en curso sobre múltiples violaciones legales en Islandia) que han creado obstáculos importantes para su operación de caza de ballenas, independientemente del contexto originado por la pandemia de COVID-19 y de la disminución de la demanda de carne de ballena tanto en Islandia, como en Japón.

Sea Shepherd volunteers on Operation Mjolnir documenting whales brought to the processing factory in 2018. Photo by Sea Shepherd.

Kristjan Loftsson también reconoció la falta de un mercado rentable para la carne ahora que Japón, el único importador de rorcual común de Islandia, que representa más del 95% del mercado potencial de Hvalur hf, inició una operación comercial de caza de ballenas subsidiada por el gobierno en aguas territoriales propias después de terminar finalmente con la caza anual en el Santuario de Ballenas del Océano Austral y abandonar la Comisión Ballenera Internacional (CBI). Con el contribuyente japonés subsidiando la operación ballenera japonesa (que también está fallando), el enfoque en Japón está en intentar encontrar un mercado para los productos de su propia flota ballenera, lo que deja a Hvalur hf incapaz de competir y obtener ganancias.


"Creo que la ahora la suerte está echada para Kristjan Loftsson, el ballenero más famoso del mundo, y su compañía Hvalur hf. Ahora es el momento para que Loftsson cuelgue sus arpones y que Islandia se convierta en una nación ética de observación de ballenas", declaró Rob Read, Director de Operaciones de Sea Shepherd UK y coordinador de la Operación Mjölnir

Workers at Hvalur hf slicing up a fin whale in 2018. Photo by Sea Shepherd.

La otra compañía ballenera islandesa 'IP-Utgerd' mató a solo seis ejemplares de rorcual aliblanco en 2018 y pareció sufrir repetidos problemas mecánicos con su barco ballenero, lo que más adelante llevó a la compañía a declarar que ya no era financiablemente viable cazar rorcuales aliblancos, culpando específicamente a la expansión del santuario islandés de ballenas en la bahía de Faxaflói, en el oeste de Islandia, lo que obligó a la caza de rorcual aliblanco a alejarse de la costa. Este mes, AFP citó al director gerente de la compañía, Gunnar Bergmann, quien finalmente declaró: "Nunca más volveré a cazar ballenas, me detendré para siempre".


Si bien los rorcuales comunes se cazaban principalmente para la exportación, con 1500 toneladas enviadas a Japón en 2015 y luego nuevamente en 2018, el rorcual común se ha cazado en cantidades más pequeñas para el mercado nacional, que es cada vez menor. Según una encuesta realizada por el Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW) y Capacent Gallup, solo el 3.2% de la población de Islandia come carne de ballena de forma regular (definida como seis veces al año o más) y aún menos (1.7%) come carne de ballena al menos una vez al mes. Gran parte del consumo local provenía de turistas curiosos, pero incluso eso ha disminuido debido a la popularidad de la observación de ballenas y la iniciativa local "Meet Us, Don't Eat Us" (conózcanos, no nos coma) para educar a los turistas sobre la caza de ballenas en Islandia y promover los restaurantes libres de carne de ballena en el país.

Two harpooned whales at Hvalur hf's meat processing in 2018. Photo by Sea Shepherd.

Esta temporada de 2020 supondrá el segundo año desde 2002 en que no se sacrificarán ballenas en las aguas de Islandia desde que el país decidió reanudar la caza de ballenas en 2003 en oposición a la moratoria de 1986 de la Comisión Ballenera Internacional (CBI).


LEER MÁS sobre la campaña Operación Mjölnir de Sea Shepherd UK.

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