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Japón reanuda la caza comercial de ballenas en sus aguas territoriales

Lunes, 01 Jul, 2019

Sea Shepherd lleva oponiéndose a la caza de ballenas desde la década de los 70 y continúa volcada en la causa de ver como cesan todas las actividades de caza de ballena a nivel mundial.

A pesar de la suspensión de la caza de ballenas de carácter comercial en 1986, desde 1987 Japón ha continuado asesinando ballenas en el océano Antártico como miembro de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) con la excusa de tener fines de investigación científica.

Sea Shepherd mantiene que las operaciones de caza de ballenas en la Antártica han tenido siempre un carácter comercial con el visto bueno de la Comisión Ballenera Internacional bajo el pretexto de la investigación científica. 

En 2014, la postura de Sea Shepherd se vio reforzada cuando los gobiernos de Australia y Nueva Zelanda llevaron al gobierno japonés ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en Holanda, declarando la sentencia que las actividades balleneras de Japón no solo no tenían fines de investigación; sino que también eran ilegales. [i] La guerra entre Sea Shepherd y la flota ballenera japonesa ha continuado hasta este año; en el que Japón ha anunciado que suspenderá su programa ballenero en el océano Antártico.

Otros países, como Noruega, Islandia y Dinamarca, han abandonado la CBI y continuado sus cazas de ballenas comerciales en sus aguas territoriales. Sea Shepherd ha considerado a estos países como balleneros piratas que están quebrantando las leyes y tratados internacionales que tienen el fin de salvaguardar los océanos para las generaciones venideras. 

Sea Shepherd incluye a Japón entre estas últimas naciones pirata balleneras, y califica su anuncio de abandonar la CBI y anunciar de manera pública que se continuará cazando con fines comerciales es una actitud arrogante e irrespetuosa hacia la Ley Internacional de Conservación.

El presidente de Sea Shepherd Global Alex Cornelissen dijo, "El retorno de Japón a las actividades comerciales de caza de ballenas es un ejemplo más de la poca consideración que tiene el gobierno nipón hacia las leyes y tratados internacionales – una batalla que llevamos más de una década luchando. Si quieren continuar cazando ballenas, Sea Shepherd seguirá plantándoles cara junto con una comunidad global que quiere ver el fin de las actividades balleneras.”

El fundador de Sea Shepherd, el Capitán Paul Watson comentaba, “La caza de ballenas es una industria en vías de extinción en Japón; y solo se mantiene a flote por intereses políticos y las grandes subvenciones que proporciona el gobierno.”

“Hemos conseguido sacar a los balleneros japoneses del hemisferio Sur, y ahora están continuando sus matanzas ilegales en sus propias aguas, siendo solo superados por Noruega en cantidad de ballenas masacradas dentro de sus aguas. Este verano, evitamos que los islandeses cazaran rorcuales, una especie amenazada, y nos seguiremos oponiendo de manera activa a la masacre de calderones en las Islas Feroe Danesas. “

“Nos oponemos a la caza de ballenas en todo el mundo, y seguiremos presionando a Japón y al resto de países que actúan a espaldas de la ley hasta que alcancemos nuestro objetivo -erradicar por completo la inhumana aberración que es la caza de ballenas, sin importar el quién, donde y porqué.”

“Durante décadas hemos sido el movimiento más directo y efectivo a la hora de defender a las ballenas de todo el mundo, y pretendemos seguir así.” Dijo el presidente de gestión de Sea Shepherd Australia Jeff Hansen. “Como pastores del mar, nos mantenemos centrados y efectivos, sobre todo con nuestras últimas campañas para combatir la pesca ilegal, donde se estima que cerca de 333,000 ballenas y delfines mueren cada año a causa de aparejos que han sido descartados.”

“Seguiremos innovando para conseguir que Japón, Islandia, Noruega y Dinamarca dejen de cazar ballenas.” 

“Por ahora, le pedimos a la gente de Japón que se una a nuestra lucha global; protestando para conseguir que vuestro gobierno abandone los arpones de una vez por todas, por el gran impacto medioambiental que tienen las ballenas a la hora de tener unos océanos sanos para todos.”

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