Commentary

Buques Factoria: Operation Ocean Killers

Jueves, 17 Feb, 2022

La Operation Ocean Killers pretende poner en evidencia a los gigantescos barcos factoría que saquean el océano, llevándose la mayor parte de las cuotas y las subvenciones públicas. Un escándalo medioambiental, económico y social. Comentario de Lamya Essemlali, presidenta de Sea Shepherd Francia.

The super trawler Frank Bonefass pulling up its net. Photo by Thomas Jeunehomme/Sea Shepherd.

El pasado mes de diciembre, nuestro RHIB, el Clementine, visitó los caladeros de los gigantescos buques factoría que faenan regularmente en el Canal de la Mancha para traernos imágenes de estos monstruos de acero con capacidades desproporcionadas. Capaces de capturar hasta 200 toneladas de pescado al día (innumerables individuos), estos buques, algunos de los cuales llevan la etiqueta de "pesca sostenible" del MSC, son el símbolo del exceso y la sobrepesca. En sólo cuatro días, nuestros equipos pudieron filmar ocho arrastreros gigantes  (Afrika, Maartje Theadora, Zeeland, Scombrus, Dirk Dirk, Alida, Frank Bonefaas and Annie Hillina) de 86 a 140 metros y que operan desde el noroeste de Le Havre hasta el noreste de Cherburgo (Francia). 

The Maartje Theadora super trawler and Sea Shepherd's Clementine, by Guillem Fox Vendrell/Sea Shepherd.

Aunque varias nacionalidades se reparten la responsabilidad, los buques con pabellón holandés ocupan cada vez más las aguas francesas. El único con pabellón francés es el Scombrus, un barco de la compañia France Pélagique que, como su nombre no indica, pertenece en su totalidad al holding holandés Cornelis Vrolijk. ¿Por qué permite Francia que estos barcos saqueen sus aguas territoriales de esta manera?    

The Alida super trawler and the Clementine, by Guillem Fox Vendrell/Sea Shepherd.

En el marco de la operación "Dolphin Bycatch" (en el Golfo de Vizcaya, Francia), una de las cuestiones debatidas fue por qué los delfines se han acercado a la costa en los últimos años, muriendo trágicamente en las redes de los barcos de pesca costeros, que son mucho más pequeños que los arrastreros gigantes, pero que están presentes en gran número y utilizan métodos de pesca no selectivos.

Las hipótesis científicas suponen que los arrastreros gigantes, al pescar en exceso los peces presa de los delfines en alta mar, empujaron a los delfines más cerca de la costa. Pero cerca de la costa, el océano es ahora un campo minado de pesca no selectiva. Es una situación en la que pierden los delfines, que se mueren de hambre o se asfixian en las redes de pesca debido a la sobrepesca.

The Afrika super trawler captured from above by Sea Sepherd's drone (photo by Guillem Fox Vendrell/Sea Shepherd).

Si bien en años anteriores nos centramos exclusivamente en los buques de pesca costera (cuyo impacto en la vida marina se subestimó en gran medida), creemos que es necesario centrarse igualmente en otra parte del problema, más alejada de la costa, que implica a menos buques, pero cuyo impacto en el océano es catastrófico.

Si miramos el panorama general, es absurdo seguir aplicando la lógica de la explotación industrial a la fauna marina. Hoy en día no existe una caza terrestre equivalente. El océano es un entorno vivo y la vida en él es tan frágil como necesaria para nuestra propia supervivencia, nuestro clima y el aire que respiramos.

Operation Ocean Killers pretende poner en evidencia a los gigantescos buques factoría que saquean el océano, llevándose la mayor parte de las cuotas y las subvenciones públicas. Un escándalo medioambiental, económico y social. 

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