Por qué luchamos

Nuestros océanos y sus habitantes están muriendo por la sobrepesca y la destrucción de sus hábitats.

Los barcos de pesca furtiva saquean impunemente los santuarios marinos, y la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) no se controla en alta mar, lejos de los ojos de las autoridades internacionales y del escrutinio público. Existen leyes y acuerdos internacionales para proteger la vida silvestre y los hábitats marinos, pero puede ser difícil hacerlos cumplir debido a la falta de voluntad política, la insuficiencia de recursos económicos o las fronteras transnacionales que desdibujan la jurisdicción. Cuando existe un vacío policial, Sea Shepherd actúa para llenarlo.

 

"A menos que detengamos la degradación de nuestros océanos, los sistemas ecológicos marinos comenzarán a colapsar y cuando suficientes de ellos fallen, los océanos morirán. Y si los océanos mueren, entonces la civilización colapsa y todos morimos". - Paul Watson

Por qué luchamos

Pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR)

La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) es un problema mundial que amenaza la salud de los ecosistemas marinos y los medios de subsistencia de los pescadores costeros. Las operaciones de pesca legal que respetan las cuotas y las leyes de captura incidental ya se ven obligadas a competir por un número cada vez menor de peces, sin embargo, se estima que entre el 15 y el 40% del total de la captura mundial se realiza de forma ilegal. El problema es particularmente grave para las naciones en vías de desarrollo, que a menudo carecen de los recursos para hacer cumplir las leyes de pesca locales, por lo que Sea Shepherd trabaja con gobiernos como el de México, Gabón, Liberia y Tanzania para marcar una diferencia real para el futuro de nuestros océanos.

 

"Sea Shepherd Global es una organización anti-caza furtiva dedicada a operar dentro de los límites del derecho internacional, para defender el derecho internacional de la conservación, con un compromiso con las tácticas absolutamente no-violentas." - Paul Watson

Por qué luchamos

Matanza de Cetáceos

Sea Shepherd ha estado utilizando la acción directa para detener a los cazadores furtivos de ballenas ilegales en todo el mundo desde 1979. Después de que la caza comercial de ballenas casi llevó a las ballenas a la extinción, se estableció una moratoria global en 1986. Sin embargo, algunos países se han negado a reconocer la prohibición. Noruega e Islandia continúan con la caza comercial de ballenas, y las Islas Faroe continúan matando calderones y otros cetáceos que viajan a través de sus aguas costeras. Los japoneses envían su flota al Santuario de Ballenas del Océano Austral cada verano austral para matar a cientos de ballenas bajo el pretexto de la "investigación científica", una reclamación rechazada tanto por la Comisión Ballenera Internacional (CBI) como por la Corte Internacional de Justicia y los tribunales federales australianos. Desde el primer viaje a la Antártida en 2002, las campañas de acción directa de Defensa de Ballenas del Océano Antártico de Sea Shepherd han evitado con éxito la matanza de más de 6000 ballenas. Sea Shepherd también se ha opuesto a la matanza de focas en Canadá desde 1978. A pesar de la prohibición de importar productos derivados de la foca a los EE.UU. y a la UE, Canadá sigue matando a miles de cachorros de foca a palos cada año.

 

"Japón ha declarado la guerra a las ballenas en el Océano Antártico. Las naciones signatarias de los convenios pertinentes no han hecho más que hablar. Ninguna otra ONG, aparte de Sea Shepherd, está haciendo nada para intervenir." - Capitán Alex Cornelissen

Por qué luchamos

Contaminación Marina

Los desechos marinos están ahogando nuestros océanos, creando un impacto devastador en los ecosistemas marinos de todo el mundo. Junto a artículos de consumo como botellas de plástico y pajillas, latas de aluminio, globos de goma, bolsas de plástico y mecheros, se pierden o se desechan en el mar aparejos de pesca como líneas, redes, cuerdas, anzuelos y boyas. Los desechos marinos son un peligro para toda la vida marina, incluyendo aves, tiburones, tortugas y mamíferos marinos, causando lesiones o la muerte por ahogamiento, enredo, o inanición después de la ingestión. También es un grave riesgo para la salud humana, porque los microplásticos ingeridos por los animales marinos absorben toxinas artificiales como PCBs, DDT, BPA y mercurio, cuyos efectos se intensifican a medida que pasan por la cadena alimenticia, lo que hace que sea otra buena razón para dejar de comer pescado.

Por qué luchamos

Prospecciones y vertidos en alta mar

Los accidentes, explosiones y derrames de prospecciones en el mar han causado algunos de los mayores desastres ambientales causados por el hombre de nuestro tiempo, afectando la vida silvestre marina y el sustento de las comunidades costeras. Sea Shepherd se asoció con Ocean Alliance en 2014 para investigar el impacto a largo plazo del derrame de petróleo de 2010 de Deepwater Horizon en el Golfo de México y el uso de productos químicos tóxicos que dispersaron el petróleo a través de las aguas y la cadena alimenticia. Para evitar la posibilidad de otro derrame desastroso en nuestros océanos, en 2016 Sea Shepherd ayudó a bloquear con éxito a BP para que no estableciera nuevas operaciones de perforación en las aguas prístinas de la Gran Bahía Australiana.