"En los últimos años, hemos asistido a una preocupante expansión de la flota pesquera de krill, que explota algunas de las aguas más remotas del mundo", declaró el capitán Peter Hammarstedt, Director de Campañas. "La mayoría de la gente asume que el Antártico está totalmente protegido de la pesca industrial. Pero más de una docena de superarrastreros -cada uno tan grande como dos piscinas olímpicas- tienen licencia para matar krill, una especie fundamental de la que dependen ballenas, pingüinos, focas y todo el ecosistema para sobrevivir".

En 2023, los esfuerzos de Sea Shepherd llamaron la atención sobre las dañinas operaciones de la Flota Pesquera del Krill. Nuestra tripulación a bordo del Allankay capturó imágenes sorprendentes que revelaban el arrastre invasivo de la flota a través de megápodos de ballenas alimentándose. Estas pruebas cruciales desempeñaron un papel importante en la decisión de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA) de no aumentar la cuota de krill para 2024, a pesar de los esfuerzos de la industria pesquera por duplicarla.

Para la campaña de este año, la tripulación a bordo del Allankay rastreará y seguirá a la flota pesquera de krill, centrándose especialmente en su impacto sobre la fauna marina en las áreas marinas protegidas (AMP) propuestas.

Sea Shepherd pretende mantener la pesquería de kril en la agenda política y argumentar por qué la Península Antártica y las Islas Orcadas del Sur deben cerrarse a la pesca de kril como áreas marinas protegidas de "no captura", una decisión que la comunidad internacional debatirá y votará a finales de este año.

"Cuando nos enfrentamos a los balleneros japoneses y ganamos, pudimos bloquear sus arpones porque estaban matando ballenas en flagrante violación de los acuerdos internacionales, y estábamos haciendo cumplir la ley", afirma el capitán Hammarstedt. "Cuando conseguimos bloquear a los pescadores furtivos de merluza negra, pudimos perseguirlos por todo el mundo y recoger sus redes de pesca porque eran delincuentes. Ahora, nos enfrentamos al reto de la pesca de krill legalmente autorizada, donde nuestra estrategia debe ser primero cambiar las leyes exponiendo el daño a las ballenas y al ecosistema marino. La mayoría de la gente se escandalizaría al saber que es perfectamente legal conducir un supertrawler a través de un grupo de ballenas en busca de alimento, prácticamente atropellándolas".

En la campaña 2024 al Océano Antártico, Sea Shepherd Global se asocia y codirige la expedición con la Sea Shepherd Conservation Society.  Como la protección de la Antártida y su ecosistema marino nos afecta a todos, la misión también cuenta con el apoyo de Sea Shepherd Alemania, Suiza y todos los países que forman parte del movimiento Global. El objetivo compartido es capturar in fraganti la devastación medioambiental causada por las flotas de krill y mostrarla al mundo.