Commentary

En recuerdo a Kunlun, un buque furtivo que se pudre en Dakar

Lunes, 23 Dic, 2019

Kunlun, arrestado en Senegal cuando intentaba descargar una captura ilegal de merluza negra, nueve meses después de que el Thunder se hundiera en el Golfo de Guinea, se ha convertido en un corroido monumento al esfuerzo global que acabó con el Bandit Six. Comentario del Capitán Peter Hammarstedt.

El Kunlun acercándose al M/Y Sam Simon de Sea Shepherd durante la Operación Icefish.

Sentí el crujido del óxido cubierto de grasa bajo mis pies, mientras pisaba la cubierta del Asian Warrior en el puerto africano occidental de Dakar; un barco que siempre había conocido con su nombre anterior, Kunlun

En 2014, Kunlun fue uno de los “Bandit six", seis buques furtivos de merluza negra que - junto con un ahora infame arrastrero antes conocido como Thunder - saquearon el Océano Austral.

El Kunlun, arrestado en Senegal cuando intentaba descargar una captura ilegal de merluza negra, nueve meses después de que el Thunder se hundiera en el Golfo de Guinea, es ahora un monumento en descomposición al esfuerzo global que acabó con el "Bandit six”.

Mientras mi tripulación y yo en el Bob Barker perseguíamos al Thunder hacia el norte desde el continente antártico congelado, a través de los peligrosos mares del Océano Austral, el Capitán Siddharth Chakravarty y su tripulación en el Sam Simon se enfrentaron al Kunlun, a cientos de millas al sureste de nuestra posición.

La tripulación del Sam Simon escoltó al Kunlun fuera de los caladeros de merluza negra antes de entregar la documentación justificativa a la Organización Internacional de Policía Criminal (INTERPOL) y a las autoridades neozelandesas que también buscaban el buque debido a su largo historial de violaciones de las normas de pesca y a su vinculación con el conocido sindicato delictivo español, Vidal Armadores, que era su propietario.

El Kunlun fue escoltado fuera de la zona de pesca de la merluza negra por el M/Y Sam Simon.

Al igual que el Thunder, Kunlun fue objeto de una notificación roja de la Interpol, esencialmente una lista de "buscados", en la que se alertaba a las autoridades policiales de todo el mundo de que Nueva Zelanda lo estaba investigando por delitos relacionados con la pesca.

Los buques gemelos del Kunlun -denominados Yongding y Songhua- fueron detenidos posteriormente en Cabo Verde, cuando en una visita rutinaria al Mindelo, alerté a INTERPOL, al Ministerio de Industrias Primarias de Nueva Zelanda y a la policía judicial de Cabo Verde sobre su presencia en el puerto. Casi cuatro años después, los dos buques permanecen en Cabo Verde.

Al entrar en el puente del Kunlun tuve que pasar por encima de un colchón perteneciente al guardia de seguridad senegalés, que ahora es el único vigilante del buque. La consola del puente es un cascarón vacío, del que hace tiempo que se han retirado todos los equipos electrónicos de navegación, incluido el radar con el que Kunlun habría rastreado la persecución de Sam Simon.

Peter Hammarstedt en el puente del detenido Kunlun.

Al mirar hacia adelante, el barco escoró ligeramente a babor, al contrario del Thunder, que escoró a estribor antes de hundirse debido al sabotaje deliberado de su capitán; que tomó la desafortunada decisión de hundir su propio barco, destruyendo las pruebas a bordo. El capitán, Luis Alfonso Rubio Cataldo de Chile, fue posteriormente condenado a 2 años y 11 meses de prisión por ese acto.  

Nadie se presentó para reclamar el Kunlun. El barco permanece bajo la custodia del gobierno Senegalés, cuyas acciones en el arresto del barco deben ser reconocidas.

Este antiguo fantasma sufre una muy real decadencia, y la mística anterior que rodeaba al sombrío buque se ha ido mientras se desmorona fisicamente.

Kunlun es un monumento a lo que fue un esfuerzo global para acabar con el Bandit Six

Si alguna vez dudamos de la capacidad de la sociedad civil y de los gobiernos para trabajar juntos con el fin de acabar realmente con la pesca ilegal, sólo tenemos que mirar el triste trozo de acero corroido que fue el Kunlun en Dakar, y recordar que en las aguas más profundas del Golfo de Guinea, el Thunder continúa a una profundidad de 3.800 metros, la misma profundidad a la que se hundió el Titanic.

El Kunlun retenido en el puerto.
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